Hindú no estuvo sólo.

Chicos:
Les mostramos una nota continuando con los Festejos del Seven de la URBA lograda por el Bordóóóóóóó!!!!.

Por Jorge Búsico
Para canchallena.com
09 de Noviembre de 2009 - 00:38

El rugby de Buenos Aires acaba de terminar una de las semanas más intensas y electrizantes que se le recuerden. No faltó nada: finales varias, postergación, definición del Top 14 un miércoles por la noche, polémica, nuevos formatos, festejos diversos, distintos escenarios. Hasta el clima fue de un lado al otro: diluvio, tormentas eléctricas, luna llena y sol.

Y si bien aún restan las finales de los Grupos II, III y IV, las semifinales por el Nacional de Clubes y los tradicionales Seven nocturnos de Olivos y Daom, es posible ensayar un repaso de lo generaron los campeonatos de la URBA en éste 2009.

Los grandes títulos y flashes se los llevó, como corresponde, Hindú, que alcanzó el miércoles el tetracampeonato. ¿Qué más decir de los de Don Torcuato? Que antes que un equipo es un club con mayúsculas. Una verdadera comunidad de rugby. Y esa filosofía lo llevó a capturar en los últimos 13 años nada menos que 16 títulos: 6 en Buenos Aires, 6 en el Seven y 4 en el Nacional de Clubes.

Pero no fue sólo Hindú protagonista exclusivo del rugby bonaerense. Este fue el año de los clubes forjados en los colegios. Newman, con los dos primeros títulos de su historia (en la Preintermedia y el sábado en el Seven); San Andrés, con su ascenso al Grupo I y la conquista de la Copa de Bronce en el Seven; Champagnat, con la Copa de Plata 7 y una gran campaña que incluyó triunfos contra el CASI y el SIC, y La Salle, que subió al Grupo II.
Newman ya había dado un salto a la historia el año pasado, cuando alcanzó la final del Top 14. Este no fue una buena temporada para la Primera, que sufrió no sólo el retiro de su caudillo, Manuel Contepomi, sino un gran número de lesiones. Nunca pudo presentar el mismo equipo. Sin embargo, aquella campaña de 2008 quedó confirmado que no fue un producto de la casualidad.

Los de Bordó metieron a la Intermedia y a la Pre en las semifinales, y ésta última se alzó con el título ganándole la final a Alumni. Exactamente una semana después, en el CASI, conquistó el Seven tras dos finales perdidas. Un premio a un club que siempre dio espectáculo en el rugby de 7 y que ha sido un permanente generador de Pumas.


Lo de San Andrés también es histórico. Centenario en el rugby con el colegio, pero con sólo 38 años como club. Logró por primera vez el ascenso al grupo mayor de la URBA en una de las Reubicaciones más peleadas de los últimos años. Con el ADN del juego desplegado, que se intensificó con la llegada desde el CASI de una gloria Puma: Gonzalo Becar Varela.
El envión anímico y de juego también sirvió para llevarse una Copa en el Seven. Fue Bronce, luego de ganarle la final a Liceo Naval.

Champagnat, en tanto, con un plantel reducido y ya sin la bandera del Puma Martín Durand, ratificó y mejoró todo lo bueno de 2008. Terminó séptimo en el Top 14, por arriba de otros como Pucará y Belgrano, que pintaban para candidatos. Y se dio el lujo de voltear a los dos grandes: CASI y SIC.

Al igual que San Andrés, el club del colegio fue por más en el Seven, y éste sábado llegó hasta los cuartos de final del Oro. Perdió con Hindú, pero se llevó la Copa de Plata al golear a Belgrano (31-7).

El panorama auspicioso de los colegios lo completó La Salle, el club donde comenzó a jugar un Puma histórico, Diego Cuesta Silva. Ya tiene un lugar en el Grupo II para 2010, y el sábado disputará la final del III con Albatros.

Otro para destacar es Liceo Militar, el club en el cual Francisco Catamarca Ocampo y Carlos Veco Villegas marcaron un antes y un después con el scrum. Con esa misma arma, vuelve al Grupo I tras 31 años. Y para completar un inolvidable 2009, también logró el ascenso a la Zona Campeonato en el Seven.

Del otro lado, CASI y SIC han terminado insólitamente el año sin un título, aunque el Atlético tiene una chance más en el Nacional de Clubes.

Por último, el caso San Fernando. Llegó dos veces seguidas al Top 14 y el año pasado ganó el Seven de la URBA. Una crisis interna lo desangró. Fue goleado en casi todos los partidos en la ronda final y presentó un equipo juvenil en el Seven. Los directivos, que se mostraron lejos del espíritu de este deporte, terminaron de complicar todo con una serie de insólitas suspensiones. Y el grupo de 50 jugadores, que se mantiene unido, analiza emigrar a otros clubes o fundar uno nuevo.

La historia del rugby tiene decenas de escisiones en los clubes (el caso más famoso es el de CASI-SIC) y muchos otros han desaparecido. Habrá que ver cuál es el destino por el que se opta en San Fernando. Tiene muchos espejos de los buenos para mirarse.

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