Experiencia religiosa

Chicos:
Les mostramos esta interesante nota en la cual se resalta la caballerosidad de Felipe y Juampi Contepomi.
Saludos para todos.
Los Entrenadores.


Experiencia religiosa21/4/2010
(A Pleno Rugby)
Gracias a un retiro espiritual en el que conocieron al cura Juan Pablo Contepomi, Agustín Basile y Julian Bordacahar consiguieron entradas para ver al Leinster de Felipe Contepomi -hermano del sacerdote- mientras jugaban en Hungría. La cita de Tempo fue testigo de esa anécdota y las mejores vivencias en el este de Europa.

“Teníamos fecha libre en el torneo de Hungría, entonces aprovechamos para recorrer. Ese fin de semana jugaban Leinster-Harlequins por los cuartos de la Heineken, pero quisimos comprar las entradas por internet y estaban agostadas. No sé como se me ocurrió mandarle un mail a Juan Pablo Contepomi contándole la situación y recordándole de dónde lo conocía. Me respondió a los cinco minutos y me mandó el mail de Felipe, al que se lo reenviamos. Y al otro día teníamos una respuesta de él, que nos había comprado las entradas, nos dejó su teléfono y nos invitó al hotel donde concentraban para que fuéramos a charlar un rato. No lo podíamos creer”. Así arranca la historia que Agustín Basile revive en la pizzería Tempo, junto a Julian Bordacahar, su compañero de aventuras en el este europeo.



“Estuvimos hablando media hora en el lobby, nos trató de diez, nos invitó al tercer tiempo al que obviamente fuimos y estuvimos con él, Tiesi, pasaba O’Driscoll, una locura Nos encontramos con Lalanne en el tren antes de llegar al estadio. Estábamos con “Peluca”, uno de los húngaros del equipo, que venía con nosotros a todos lados y le decíamos que Felipe era amigo nuestro, je”, agrega Julian Bordacahar, el otro integrante de San Albano que vistió la camiseta del Bulldog, con el que consiguieron el título en Hungría.

- ¿Cómo conocían al hermano de Felipe?
- Agustín Basile: Yo había ido a un retiro espiritual de jugadores de rugby, en el que el sacerdote era Juan Pablo Contepomi, uno de los hermanos de Felipe. Cuando terminé el retiro, me dieron un papel con los nombres de todos los que participaron y sus mails.
- Julian Bordacahar: Le mandamos un mail de agradecimiento a Felipe. Después nos fuimos a Irlanda seis días y nos dijo que teníamos su celular por cualquier cosa. Un fenómeno.

- ¿Y de su paso por Hungría que se puede contar?
- JB: Una vez fuimos a jugar un partido de copa a Eslovenia. Era nuestro segundo partido ahí y nos pusieron para agarrar ritmo de juego porque no definía nada. Todo empezó en el medio del viaje, que paramos a comer y el plantel comió milanesa de pescado frita con arroz y de postre un bombón de chocolate. Nosotros comimos pastas, estos estaban locos. Partido durísimo, de muchos golpes y que estuvo 0-0 hasta el minuto 70, cuando hizo un try Peluca. En ese momento me sacan amarilla y me mandan a un corralito solo, rodeado por los eslovenos que me puteaban porque creían que éramos rumanos. Y faltando tres minutos, se armó una batalla campal, los hinchas se metían a la cancha y yo en el corralito. Me fui corriendo y lo veía a Agustín que se escapaba también.
- AB: Yo corría y decía: “Juli dónde estás” (risas).
- ¿Qué se puede decir de Peluca?
- AB: Se prendía en todas con nosotros. Una vez amasamos ñoquis para todos y se prendió a ayudarnos. Le enseñábamos malas palabras en castellano y después nos saludaba así en el vestuario. Nos divertíamos mucho.
- ¿Seguían a San Albano desde allá?
-JB: Ricky Fort (Francisco Marcenaro) era nuestro corresponsal, él tiene línea directa con Obama, tiene el teléfono rojo (risas). Cada vez que escucha que alguien necesita el teléfono saca su celular último modelo y te lo da para llamar, nada de mensaje de texto. Llamá que paga Ricky Fort.
- AB: Nos llamaba después de que terminaba la Inter, en el entretiempo y después del partido. Nos llamaba en la semana para ver como estábamos. Si la hace, la hace bien.
- JB: Trabaja en una empresa de telecomunicaciones y muchos dicen que por eso tiene crédito abierto para hablar a cualquier lado, pero la realidad es que es Ricky Fort, es la única verdad (risas).

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